Contenedores de baterías de almacenamiento en parque eólico

Almacenamiento energético

Baterías para almacenar energía a gran escala

Los módulos con las baterías se colocan en contenedores de 6 metros de longitud, similares a los utilizados en el transporte marítimo, que se ubican junto a los parques eólicos.

Las baterías de ion-litio utilizadas para almacenamiento energético son muy similares a las de los vehículos eléctricos y la producción masiva para atender la demanda de la movilidad eléctrica "está haciendo que se reduzcan mucho sus costes y sea viable su aplicación para almacenar grandes volúmenes de energía, lo que se conoce como almacenamiento estacionario", explica Ana Ibáñez, Energy Storage Manager de Repsol. Esta bajada de costes está acelerando la implantación de esta tecnología y solo en 2023 casi se duplicó la capacidad instalada en el mundo, según la AIE. 

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La reducción del coste de las baterías de ion-litio por el impulso del vehículo eléctrico está ayudando a su despliegue como solución de almacenamiento a gran escala

Estas infraestructuras consisten en un conjunto de contenedores, como los empleados en el transporte marítimo, en cuyo interior se instalan los módulos con las baterías y los sistemas de operación. Los contenedores se conectan con la red eléctrica a través de un transformador. Es, por tanto, una solución fácilmente escalable en función de las necesidades de almacenamiento. La Asociación Empresarial Eólica (AEE), que agrupa a este sector en España, señala que las baterías, "teniendo en cuenta su versatilidad y pudiéndose además ubicar físicamente en las instalaciones", son hoy la opción tecnológica más apropiada para los parques eólicos, apostando así por plantas híbridas donde convivan la producción renovable y el almacenamiento.

Los contenedores han pasado en poco tiempo de medir 40 pies de longitud a 20 pies (6'10 metros), "gracias a que se ha logrado aumentar mucho la densidad energética, la cantidad de energía que podemos meter en un mismo contenedor. Antes, los de 40 pies tenían una capacidad de 4 MWh y ahora se consiguen hasta 5 MWh en 20 pies", señala Ana Ibáñez. Desde hace un año, Repsol dispone de una instalación de este tipo en su planta fotovoltaica de Jicarilla, en Nuevo México (EEUU), que dispone de 24 contenedores de 40 pies y una capacidad de almacenamiento de 80 MWh.

Infraestructuras de almacenamiento con baterías

6,10

metros

Longitud media de los contenedores

5

MWh 

Capacidad de almacenamiento de un contenedor 

+/-1.000 

m

Superficie que ocupan 15-16 contenedores

Otra ventaja de estas instalaciones es que no requieren de grandes extensiones de terreno. "Una instalación de 15-16 contenedores, que es suficiente para asistir a una planta fotovoltaica grande de las que existen en España", señala Luis Marquina, de AEPIBAL, "ocuparía no más de 1.000 m2 y se puede ubicar junto a la subestación eléctrica, que es donde menos impacto paisajístico supone porque ya es un espacio industrializado". Esta alternativa tecnológica también tiene sus retos, como los relacionados con la economía circular y la mejora del reciclaje de las baterías usadas, o con su dependencia de materias primas escasas como el cobalto o el propio litio. 

Baterías de almacenamiento en contenedores

China ha superado a Estados Unidos como principal mercado mundial de almacenamiento estacionario con baterías y en 2023 representó el 55% de la nueva capacidad instalada. La UE ocupa el tercer lugar y se estima que el mercado europeo podría crecer hasta un 20% anual en los próximos años. "La asignatura pendiente es que esta tecnología sea fabricada en Europa, que hoy no puede competir con los precios de los fabricantes chinos", apunta Marquina.

En España este sector está arrancando y "solo hay 5 MW instalados, aunque una serie de proyectos que suman 6,5 GW tienen ya concedido el permiso de acceso a la red eléctrica. Si continúa el descenso de los costes y la regulación promueve un mercado que haga rentables estos activos podemos ver una entrada de proyectos muy importante en 2026-27", asegura Marquina. Algo que supone una oportunidad porque "un ecosistema de energías renovables con el almacenamiento adecuado puede convertirnos en el país de Europa con los precios de la electricidad más competitivos".