Corriente alterna y continua

Conectando energía en el día a día

Seguro que sabes que existen la corriente alterna y la corriente continua. Pero, ¿sabes qué características tiene cada una, cuál es la diferencia entre corrientes continua y alterna y qué usos tienen? Una y otra tienen sus particularidades, ventajas y aplicaciones, que te explicamos a continuación para que sepas cómo las utilizamos en nuestra vida diaria.

Para empezar, debemos saber que la corriente eléctrica es un flujo de partículas cargadas de energía eléctrica que se mueven a través de un material conductor o por un espacio. La corriente alterna y continua son dos modos de transportar la electricidad, de forma distinta, por sus diferentes propiedades.

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¿Qué es la corriente alterna?

La corriente alterna es el tipo de corriente eléctrica en la que el sentido del flujo de los electrones (la polaridad) cambia periódicamente, a intervalos regulares, con un patrón oscilante que se representa como una onda sinusoidal. Debido a esta polaridad cambiante, en un circuito eléctrico la corriente alterna fluye en ambos sentidos.

La frecuencia de esta oscilación en un periodo de un segundo (cuántos ciclos se producen en un segundo) es un hertzio (Hz). En muchos países, incluido España, la frecuencia es de 50 Hz. En otros de Asia y América, como en Estados Unidos, es de 60 Hz.

La corriente alterna es la más indicada para transportar la energía eléctrica, que después se convierte a distintos voltajes mediante transformadores. Este tipo de corriente es la que se utiliza para transmitir la electricidad desde las centrales eléctricas a las zonas urbanas. Es también la que llega a nuestros hogares, la que alimenta los electrodomésticos y la que nos da luz en casa.

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¿Qué es la corriente continua?

Al contrario de lo que ocurre con la corriente alterna, en la corriente continua el flujo de electrones es transportado en una dirección constante. No hay cambios en la polaridad y, además, el flujo de energía eléctrica es uniforme, por lo que el suministro de energía es estable.

Este voltaje constante la hace indicada para dispositivos electrónicos sensibles. Es el tipo de corriente que nos proporcionan las pilas, los paneles solares y algunos generadores. Es la que se almacena en las baterías de nuestros teléfonos móviles y portátiles, y la que utilizan los aparatos electrónicos de nuestros hogares, como el televisor, después de transformar la corriente alterna de la red eléctrica de nuestra casa.

Diferencias entre corriente alterna y continua

Aunque ya hemos apuntado algunas características que difieren entre las corrientes alterna y continua, este sería un resumen: 

  • La corriente alterna cambia de polaridad de manera periódica, mientras que la corriente continua permanece constante en una misma dirección.
  • La forma de onda de la corriente alterna es sinusoidal, mientras que la de la corriente continua se representa como una línea recta.
  • La corriente continua se genera en baterías, paneles solares y algunos generadores; la corriente alterna, sin embargo, se genera en centrales eléctricas.
  • La corriente alterna es más adecuada, por resultar más eficiente, para transportar energía a largas distancias. La corriente continua no se utiliza para este fin porque es menos eficiente, se produce una mayor pérdida de energía.
  • La corriente alterna es más fácilmente convertible a distintos voltajes mediante transformadores.
  • La corriente alterna es la que se emplea en la red eléctrica y, por ejemplo, la que consumen los electrodomésticos de nuestra cocina. La corriente alterna es la que utilizan internamente los aparatos electrónicos y la que se almacena en pilas y baterías de dispositivos como los teléfonos móviles.

Ejemplos de corriente continua (CC) y corriente alterna (CA) en Repsol 

Como ves, la corriente alterna y la corriente continua tienen, por sus características, distintas utilidades. En Repsol empleamos tanto corriente alterna como corriente continua, en función de las necesidades de transporte o almacenaje de la energía, para guardarla o hacerla llegar donde es necesario.

A estas alturas entenderás mejor por qué la corriente alterna no se puede almacenar: al cambiar de polaridad, y por lo tanto transmitirse en diferentes direcciones, no es posible almacenarla. La corriente continua sí lo permite.

También distintas fuentes de energía generan distintos tipos de corriente. Por ejemplo, el tipo de corriente de la energía eléctrica que producen los aerogeneradores (los molinos que producen energía eólica) es corriente alterna, que se convierte después en corriente continua mediante rectificadores, lo que facilita el almacenaje de la electricidad en baterías.

En el caso de la energía solar, sin embargo, los rayos del sol se transforman en los paneles fotovoltaicos en electricidad de corriente continua. Después, para poder aprovecharla para su uso común en la red eléctrica, un inversor convierte esta corriente continua en corriente alterna. 

Ahora que conoces más sobre los dos tipos de corriente eléctrica y también sobre la energía solar, puede que te resulte interesante conocer los proyectos de Repsol encaminados a fomentar la producción y suministro de este tipo de energía renovable. Por un lado, podemos instalar paneles solares en tu casa o negocio, a través de nuestro programa Solar360, lo que te permitirá ahorrar en energía eléctrica a la vez que te abasteces de una energía respetuosa con el medioambiente.

Por otro lado, te ofrecemos la posibilidad de conectarte a una comunidad solar y consumir energía solar producida de manera local y cercana, a la vez que ahorras en tus facturas, con nuestro programa Repsol Solmatch.