Técnico en una instalación eólica

A la búsqueda de nuevos perfiles profesionales

La economía circular, la digitalización, el ecodiseño, la microelectrónica… La transformación de la industria puede ser una fuente de oportunidades para nuevos profesionales especializados en tecnologías de bajas emisiones. 

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Economía circular, un pilar para transformar la industria

“La economía circular es una formación que se va a demandar cada vez más porque se ha convertido en un componente crucial en la estrategia de muchas áreas industriales", Ion Aguirre. Máster “Economía Circular: aplicación a la empresa”.

La producción de combustibles renovables o biometano a partir de residuos orgánicos es solo un ejemplo de cómo la economía circular está transformando la industria, donde están surgiendo tareas que requieren de nuevos perfiles profesionales. "Se está creando empleo en plantas de compostaje, de separación de diferentes fracciones de plásticos o en nuevas industrias de revalorización de residuos, actividades que hace 20 años no se hacían”, explica Ion Agirre, subdirector de Alumnado de la Escuela de Ingeniería de Bilbao y responsable del Aula de Transición Energética Fundación Repsol sobre Economía Circular en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

En este máster, los alumnos se forman en materias tan innovadoras como ecodiseño, análisis de ciclo de vida de los productos o eficiencia energética y en aspectos empresariales como el emprendimiento sostenible, marketing y comunicación ambiental o el diseño de estrategias de negocio que promuevan la circularidad, un campo donde "las perspectivas de creación de empleo son muy prometedoras a corto y largo plazo en diversas disciplinas: desde la ingeniería y la gestión de residuos hasta el diseño y la consultoría en sostenibilidad", explica Agirre.

Además, las clases del máster se imparten los viernes por la tarde y los sábados para que puedan cursarlo trabajadores en activo, "que lo hacen o bien por su cuenta o porque igualmente muchas empresas están invirtiendo para formar a sus trabajadores". Este dato confirma que la industria no solo necesita incorporar profesionales cualificados, sino actualizar la formación y las habilidades de sus plantillas. “En las industrias actuales necesitan especialistas para repensar los productos e implantar procesos de producción circulares que reduzcan el impacto ambiental. Es una formación que se va a demandar cada vez más porque la economía circular se ha convertido en un componente crucial en la estrategia de muchas áreas industriales", concluye.

Una trabajadora del complejo dando instrucciones por un walkie talkie

La química, un sector volcado en la I+D+i

El sector químico europeo tiene cerca de 200 proyectos e inversiones en marcha relacionados con las tecnologías bajas en carbono, 19 de ellos en España.

Todos los sectores industriales tienen algo en común. Para reducir sus emisiones necesitan apoyarse en la innovación que genera la química, “que se encuentra en la base de prácticamente todos los avances científicos y tecnológicos que van a permitir la descarbonización de la sociedad”, explica Adriana Orejas, presidenta de la Comisión de Innovación de Feique, la patronal de este sector, que destaca por su fuerte apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i).

El sector químico lidera la inversión industrial en innovación en España. Entre investigadores y personal de I+D, el sector da trabajo a unas 18.000 personas, más del 20% del total empleado por la industria en estos campos. Sus empresas destacan por su fuerte apuesta por la innovación, lo que, según Adriana Orejas, “sitúa a la química como un sector estratégico, competitivo y con proyección de futuro para afrontar nuevos desafíos”.

En su 'Ruta para la transición de la industria química', la Comisión Europea reconoce que este sector “se dirige hacia una de las mayores transformaciones de su historia” que se va a centrar en la neutralidad climática, la economía circular y la digitalización industrial. Este proceso se traduce en la puesta en marcha cerca de 200 proyectos relacionados con las tecnologías bajas en carbono, según el Consejo Europeo de la Industria Química (Cefic), de los cuales 19 se sitúan en España.

Uno de estos proyectos se desarrolla en Puertollano y permitirá reciclar la espuma de poliuretano, el componente principal de los cuarenta millones de colchones que cada año se desechan en Europa, de los que solo se recicla en torno al 17%. La planta construida por Repsol convierte la espuma de poliuretano en un polímero válido para fabricar colchones con las mismas prestaciones que los actuales, así como sofás y asientos para coches. En total, se estima que se tratarán unas 2.000 toneladas anuales de espumas, el equivalente a 200.000 colchones, tantos como habitantes tiene la ciudad de Almería.

Perfiles cualificados para producir coches eléctricos

Hoy, España es el segundo productor europeo de coches y da empleo, directo e indirecto, al 9% de la población activa. La electrónica, la inteligencia artificial, la microelectrónica o el ecodiseño son solo algunos de los perfiles más demandados hoy por la automoción española, un sector en pleno proceso de transformación tecnológica que en 2023 fabricó 323.000 vehículos eléctricos, el 13% del total producido.

Disponer de personal cualificado en estas nuevas tecnologías ayudará al sector a orientar su actividad hacia “las fases productivas estratégicas” del vehículo eléctrico, como la fabricación de celdas de baterías, microchips, motores eléctricos o componentes electrónicos, lo que permitirá reducir su actual dependencia de terceros países y ganar influencia en las cadenas de suministro del vehículo eléctrico.

En su informe “Retos del sector de la automoción en España”, la patronal del sector, Anfac, destaca que uno de los principales retos para los próximos años es contar con “personal cualificado para la fabricación del vehículo eléctrico en todas las fases de su cadena de valor”. Para lograr que adapten su oferta formativa a las nuevas necesidades de la industria, Anfac quiere “promover una comunicación directa con universidades y centros de formación profesional”, lo que aseguraría la salida al mercado laboral en los próximos años de profesionales con las habilidades y tecnologías que hoy demanda la cadena de valor del vehículo eléctrico. 

Las cifras del empleo en la industria

9% 

de la población activa

trabaja en el sector automovilístico en España.

320.000

vehículos eléctricos

producidos en España en 2023.

18.000

investigadores y personal de I+D+i

trabajan en el campo de la química.

60.000 

empleos estimados

en el sector eólico en 2030.

Inflación de puestos y salarios en el sector eólico

La energía eólica es ya la primera fuente de generación eléctrica en España. Sin embargo, entre los retos que enfrenta para sostener su crecimiento está la falta de profesionales para cubrir la demanda del sector, "que tiene paro cero. Al revés. Hay inflación de puestos y salarios. Y no solo para trabajar en alto nivel sino en todos los perfiles. Necesitamos urgentemente crecer en personas con las titulaciones necesarias", explica Juan V. Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Es una problemática que afecta al conjunto de la Unión Europea, así que la Comisión ha planteado en la futura “Ley sobre la industria de cero emisiones netas” la creación de academias europeas para formar en tecnologías de bajas emisiones a 100.000 alumnos en tres años, incluida una dedicada al sector eólico.

Para 2030, la AEE calcula que la industria eólica terrestre empleará a más de 60.000 personas, a las que habrá que sumar unas 7.500 en la eólica marina. Dos de las categorías con más déficit de candidatos son técnico de operación y mantenimiento de parques eólicos y desarrollador de proyectos, una posición desempeñada habitualmente por ingenieros o titulados en administración de empresas. Como ocurre hoy en casi todos los ámbitos de la economía, están muy cotizados los expertos en las tecnologías digitales como Internet de las cosas (IoT) o Inteligencia Artificial (IA), debido a que los aerogeneradores de nueva generación son ya máquinas totalmente digitalizadas y los parques eólicos se diseñan utilizando sofisticados modelos de simulación.

Para suplir en parte la carencia de profesionales cualificados, la AEE tiene desde hace años un curso propio de operación y mantenimiento dirigido a personas con perfiles procedentes de la Formación Profesional Dual y de Grado Superior. “También venimos trabajando con las administraciones públicas", prosigue Márquez, "para que las escuelas de FP tengan este tipo de titulaciones y los alumnos salgan con la preparación necesaria para ponerse a trabajar directamente, sin que las empresas tengan que darles una formación adicional".