Objetivos SMART

Organizar los esfuerzos para alcanzar el éxito

En toda empresa o compañía, establecer objetivos impulsa el crecimiento y la innovación, fomentando un ambiente motivador y orientado hacia el logro de resultados excepcionales

En el ámbito empresarial, el método SMART propone definir objetivos en base a cinco criterios clave que responden, entre otras cosas, a la creencia de que unas metas claras y concisas marcan el rumbo para los miembros del equipo, propiciando la alineación de esfuerzos y maximizando la eficiencia. Los objetivos sirven como herramienta de medición del progreso, permitiendo evaluar el rendimiento y realizar ajustes estratégicos según sea necesario.

Es precisamente en esa declaración de intenciones desafiantes pero alcanzables donde, en muchos casos, se encuentra la inspiración para que el capital humano y la propia organización superen sus límites y trabajen codo a codo para alcanzar las metas marcadas. Si aún no has oído hablar de la metodología SMART, aquí tienes todas las claves. 

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¿Qué son los objetivos SMART?

Lo que se conoce como metodología SMART o técnica SMART surgió por primera vez en la década de 1980, gracias a un artículo escrito por George T. Doran -consultor y director de planificación de la Washington Water Power Company-, en la revista Management Review. Doran introdujo el concepto de objetivos SMART como un enfoque sistemático para establecer metas que sean claras y alcanzables. Desde entonces, esta metodología ha sido ampliamente adoptada en ámbitos como la gestión empresarial, la planificación estratégica y el desarrollo personal.

En la práctica, SMART es un acrónimo que desglosa las características clave que deben tener los objetivos para que sean efectivos o, lo que es lo mismo, los criterios que deben seguir para llevar al éxito. De este modo, los objetivos SMART deben ser:  

  • Específicos (Specific) 

Los objetivos deben ser claros y definidos. Si nos centramos en el ámbito empresarial, por ejemplo, en lugar de simplemente querer “incrementar la cuota de mercado”, la aplicación del método SMART se traduciría en establecer el objetivo específico de “incrementar la cuota de mercado en un 10%”. Esto define claramente lo que se busca lograr.  

  • Medibles (Measurable) 

Tan importante como tener claro qué queremos conseguir es que las metas establecidas sean cuantificables para poder medir el progreso. Siguiendo con el ejemplo anterior, la cuota de mercado puede ser medida numéricamente, lo que hace que este objetivo sea medible. Se puede evaluar el progreso comparando la cuota de mercado actual con la meta del 10%. 

  • Alcanzables (Achievable) 

Los objetivos SMART son realistas y alcanzables con los recursos disponibles. La meta del 10% de cuota de mercado de la que hablábamos es ambiciosa pero alcanzable. Además, se puede evaluar si la empresa tiene los recursos y la estrategia adecuada para lograr este incremento. 

  • Relevantes (Relevant) 

Según el método SMART también es importante que las metas propuestas estén alineadas con los valores, intereses y objetivos a largo plazo, con independencia del ámbito en el que se definan los objetivos (empresarial, personal, educacional…). En el contexto de una empresa aumentar la cuota de mercado, por ejemplo, puede ser relevante para el crecimiento y la competitividad de la organización en su sector.  

  • Con tiempo determinado (Time-bound) 

Tener un plazo definido para su consecución es otra de las claves de los objetivos SMART. Establecer una fecha límite ayuda a mantenerse enfocado y a evitar procrastinar. Con respecto al ejemplo propuesto, para que cumpliera con los criterios de la técnica SMART en lugar de plantear únicamente el aumento de la cuota de mercado un 10%, debería añadir el plazo específico: a finales de año, en seis meses, para el próximo ejercicio…   

Manos sobre un portátil, con material de oficina alrededor

Ejemplos de objetivos SMART

Los objetivos SMART están diseñados para ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado para su logro. Pero, ¿cómo se aplican en el día a día? 

A continuación mostramos algunos ejemplos de objetivos SMART aplicados a la casuística de la empresa:

  • Marketing: aumentar la tasa de conversión es un propósito habitual de toda corporación. Transformar ese objetivo atendiendo a la metodología SMART exige una reformulación. La idea sería plantear un incremento de la misma en un 20% durante los próximos seis meses mediante la implementación de estrategias de marketing digital. De este modo, hablaríamos de un objetivo específico al centrarse en mejorar la tasa de conversión, medible al establecer un incremento del 20%, alcanzable con estrategias de marketing digital efectivas, relevante para aumentar la eficacia del mismo, y tiene un tiempo determinado al ser para los próximos seis meses. 
  • Productividad: otro ámbito en el que los objetivos SMART tienen cabida es el de la productividad. En lugar de un objetivo genérico de mejorarla habría que hablar de reducir el tiempo de producción en un 15% en el próximo año mediante la optimización de procesos y la inversión en tecnología. De este modo estamos concretando el objetivo haciéndolo: específico, medible, alcanzable, relevante y con un plazo determinado.  
  • Atención al cliente: mejorar el índice de satisfacción del cliente también puede formar parte de los objetivos SMART de cualquier empresa. Pero para que así sea, nuevamente hay que afinar con el planteamiento. Establecer una meta de una mejora del 10%, en un plazo de tres meses, mediante la implementación de un programa de capacitación para el personal de atención al cliente es un ejemplo claro de aplicación de la técnica SMART a este supuesto.   
  • Innovación: la innovación es otro de los ámbitos en el que se evidencia el potencial de los objetivos SMART. Una buena muestra de ello podría ser, por ejemplo, la idea de lanzar al mercado al menos dos nuevos productos innovadores (específico y medible), en el próximo año (con un plazo), basados en la retroalimentación del cliente y la investigación de mercado (alcanzable y relevante). 

Metodología SMART de Repsol

El potencial del método SMART y su aplicación práctica en el día a día de Repsol se evidencia en muchos de los objetivos recogidos dentro del Plan Estratégico 2024-2027 de la compañía. Algunos de ellos son:

 
  1. Alcanzar una capacidad total de producción de combustibles 100% renovables -incluyendo hidrógeno renovable y biometano-, de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones en 2030 en la Península Ibérica y en Estados Unidos mediante, entre otras cosas, la puesta en marcha de nuevas plantas de biocombustibles y el desarrollo de alianzas con partners estratégicos. 
  2. Reducción de la huella de carbono un 33% en los próximos 4 años. Para conseguirlo la compañía seguirá apostando por la mejora continua y las medidas de eficiencia, además de desarrollar proyectos de captura de emisiones de CO2
  3. Convertir el 60% de las estaciones de servicio de Repsol de la Península Ibérica en estaciones multienergía, con combustibles 100% renovables, puntos de recarga rápida o ultrarrápida de electricidad y AutoGas, junto a productos convencionales para 2027. 
  4. Conseguir más de 10 millones de usuarios en Waylet (clientes digitales) al final del período. 

En definitiva, la compañía aplica la metodología SMART como una herramienta útil para establecer metas de manera efectiva y alcanzar el éxito con todo tipo de proyectos.