Repsol, en el marco de su apuesta por una transición energética eficiente y sostenible, ha completado un nuevo hito y ha comenzado a generar electricidad de procedencia eólica con la conexión a la red de los primeros aerogeneradores de Delta, uno de sus dos grandes proyectos eólicos ubicados en Aragón.
Delta está integrado por ocho parques situados en Zaragoza y Teruel y un total 89 de aerogeneradores con 335 MW de potencia instalada. La construcción y puesta en marcha de esta instalación, que está vertiendo ya a la red sus primeros megavatios hora de energía 100% renovable, se ha completado en menos de 12 meses y ha requerido de una inversión de 300 millones de euros. Se espera que este proyecto, que operará inicialmente en pruebas, entre en operación comercial a finales de año, según el calendario previsto.
Delta producirá al año 992 GWh de energía limpia, el equivalente al consumo anual medio de 300.000 hogares, y evitará la emisión a la atmósfera de un millón de toneladas de CO2 al año.
El pasado 2 de diciembre, Repsol anunció que orientaba su estrategia para ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050, en concordancia con el Acuerdo de París, con lo que se convirtió en la primera de su sector en asumir esta ambiciosa meta.
En esta estrategia se enmarca Delta, uno de los siete proyectos renovables de Repsol en la Península Ibérica que, en distintas etapas de desarrollo, suman más de 2.300 MW y, junto con los 2.952 MW de capacidad total instalada con los que cuenta actualmente la compañía, consolidan a Repsol como un actor relevante en la generación de electricidad baja en emisiones.
Tras Delta, Repsol inició en abril la construcción del parque fotovoltaico Kappa, en Manzanares (Ciudad Real), con una inversión de 100 millones de euros y una potencia total instalada de 126 MW, y en julio comenzó a construir su mayor parque fotovoltaico, Valdesolar, en el municipio de Valdecaballeros (Badajoz). Este proyecto tendrá una potencia total instalada de 264 megavatios (MW) y una inversión de 200 millones de euros. En conjunto, estos tres proyectos −Delta, Kappa y Valdesolar− suman una inversión de 600 millones de euros y supondrán casi 800 MW en operación en 2021.
Además, Repsol incluye en su portafolio Delta 2, compuesto por 26 parques eólicos ubicados entre las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel, con 860 MW; el también eólico PI, situado entre Palencia y Valladolid, que tendrá una capacidad total instalada de 195 MW; y otro parque fotovoltaico en Cádiz (Sigma), de 204 MW. La compañía también participa en el parque eólico flotante Windfloat Atlantic, en la costa norte de Portugal, con una capacidad total instalada de 25 MW.
Todos estos proyectos están ubicados en zonas con condiciones muy favorables de producción para cada tipo de tecnología. La energía que generen servirá para el abastecimiento de las necesidades de la compañía y de su actual cartera de clientes de electricidad y gas, que asciende a más de un millón.
Para desarrollar todos estos activos, Repsol cuenta con un equipo especializado en energías renovables con amplia experiencia en el sector y que está creciendo notablemente, muestra de la decidida apuesta de la compañía por este negocio.
Repsol ha avanzado también en su expansión internacional en energías renovables con la firma el pasado mes de julio de un acuerdo con el Grupo Ibereólica Renovables, que le da acceso a una cartera de proyectos en Chile que dicha compañía tiene en operación, construcción o desarrollo, de más de 1.600 MW hasta el año 2025 y la posibilidad de superar, gracias a esta alianza, los 2.600 MW en 2030.
El acuerdo se concretará a través de una ampliación de capital de 168 millones de euros, a suscribir por Repsol dentro de este año, con desembolsos hasta el año 2023. Repsol poseerá un 50% de la joint venture creada con Grupo Ibereólica Renovables en el país andino. La joint venture comprende una serie de activos diversificados (52% eólico y 48% fotovoltaico) que se distribuyen en 78 MW de capacidad de generación renovable en operación, 110 MW en construcción, 1.500 MW en desarrollo avanzado que estarán operativos en el año 2025 y otros 1.000 MW previstos hasta 2030, situados principalmente en las regiones norteñas de Antofagasta y Atacama.