El Presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha destacado en la Junta General de Accionistas de la compañía, celebrada hoy en Madrid, la necesidad de combinar del mejor modo posible las políticas públicas y la iniciativa privada para recuperar cuanto antes la senda de la prosperidad. Ante el desafío mundial que suponen el cambio climático y las consecuencias de la crisis del covid-19, Brufau ha defendido la industria y la apuesta por todas las tecnologías como palancas esenciales, y ha señalado la obligación de actuar con decisión, implicando a múltiples actores y soluciones.
Antonio Brufau ha comenzado su discurso enfatizando la dificultad del reto que afronta la sociedad, “una encrucijada decisiva” cuya fórmula de recuperación para España y Europa “debe incluir apuestas en muchos ámbitos, incluyendo la calidad de la Administración, la política y los servicios públicos”. Brufau ha ratificado el compromiso de Repsol de contribuir a superar estos desafíos, para lo que ha destacado dos palancas esenciales: la industria y la apuesta por la neutralidad tecnológica.
La industria “genera empleo estable y de calidad con la característica adicional de que también crea riqueza en el territorio en el que se implanta. Si España tuviera un mayor porcentaje de su PIB en actividades industriales, habríamos resistido mejor la crisis”, ha afirmado. Para el Presidente de Repsol, “de esta crisis tenemos que salir con más industria, y no con menos, con más empleo de calidad, y no con más precariedad, capturando todas las oportunidades de los Fondos Europeos Next Generation, que están basadas en proyectos viables y de ejecución asegurada”.
Sobre este último aspecto, Brufau ha anunciado que, en el marco de las convocatorias de manifestaciones de interés llevadas a cabo por el Gobierno, Repsol cuenta con un portafolio de 30 proyectos, con una inversión total asociada de 5.959 millones de euros, “que combinan tecnología, descarbonización y economía circular, creación de empleo de calidad y equilibrio territorial”. Se trata de ocho proyectos de hidrógeno renovable, nueve de economía circular, cuatro de generación renovable y almacenamiento, ocho de energía distribuida y movilidad eléctrica, y uno que aborda la infraestructura de transformación digital.
En palabras de Antonio Brufau, la industria juega también un papel clave para lograr un futuro con menos emisiones, para lo que “es crítico que Europa y España creen un marco regulatorio equilibrado para hacer posible la descarbonización con el concurso de todos. Pero, para ello, hay que creer y apostar por la industria europea como generadora de riqueza para todos”.
Brufau también se ha referido a la tecnología, una de las palancas principales del Plan Estratégico que Repsol ha puesto en marcha para el periodo 2021-2025, y ha reclamado que desde las instituciones se permita “acudir a las soluciones más eficientes desde un principio de neutralidad tecnológica”, teniendo en cuenta aquellas “más adecuadas y eficientes en términos de coste para reducir las emisiones”.
El Presidente de Repsol ha recalcado que el Artículo 12 del Proyecto de Ley de Cambio Climático, que se está tramitando en el Congreso de los Diputados y que pretende prohibir todos los vehículos que emitan cualquier molécula desde el tubo de escape, es contrario a los principios de neutralidad tecnológica, perjudica a la industria, a la economía circular y a “la ambición de tener en Europa, mediante políticas de largo plazo, una industria del refino de bajo carbono con los mejores estándares del mundo”.
Para Antonio Brufau, la electrificación y las renovables van a ser grandes protagonistas del futuro “y ahí vamos a estar nosotros, con 15 GW de potencia instalada en 2030”, pero también van a ser imprescindibles los biocombustibles, los combustibles sintéticos, el hidrógeno y la captura y almacenamiento de CO2, tal y como establecen las instituciones internacionales de referencia. Estas organizaciones consideran que los combustibles líquidos también son necesarios para descarbonizar sectores donde la electrificación no es posible, por lo que “Repsol asume plenamente la necesidad de evolucionar hacia combustibles cuyo ciclo de vida tenga emisiones netas nulas de CO2”. “Ello da sentido a la transformación de nuestros complejos industriales para que se conviertan en centros de economía circular y continúen creando y manteniendo empleos de calidad con un efecto de equilibrio territorial”, ha añadido.
Con el objetivo de avanzar de la manera más eficiente hacia un suministro energético seguro y descarbonizado, sin menoscabar los niveles de bienestar de nuestra sociedad, Brufau ha apuntado la necesidad de buscar “una vía para conseguir el mismo objetivo de un futuro neutro en carbono para los vehículos y los combustibles en España y Europa sin deslocalizar tecnología e inversión”. “Es un hecho que los combustibles líquidos o licuados van a seguir siendo la mejor solución para la movilidad durante décadas. Los hidrocarburos y las actividades de exploración y producción, de refino y petroquímica, bajo unas rigurosas premisas de descarbonización, van a seguir siendo parte de la solución para proporcionar los niveles de prosperidad que reclama la sociedad global”, ha explicado. Asimismo, Antonio Brufau ha recordado que el sector de la movilidad contribuye en España anualmente con más de 11.000 millones de euros recaudados a través del Impuesto de Hidrocarburos, equivalentes a 200 euros por tonelada de CO2 emitida.
La apuesta por la industria europea “como generadora de riqueza para todos” ha sido otro de los elementos tratados por Antonio Brufau en su discurso, en el que también ha aludido al Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico como “desarrollo normativo sesgado” que, además de perjudicar a los consumidores, “supone una importante y arbitraria barrera para la competitividad y el futuro de la industria”.
Finalmente, Brufau ha ratificado el objetivo de Repsol para alcanzar las cero emisiones netas en 2050. “El compromiso con nuestros accionistas, empleados y clientes, con los ciudadanos y la sociedad de la que formamos parte, no es otro que seguir avanzando con nuestro proyecto estratégico de una transición energética ordenada, donde los hidrocarburos, la economía circular, las energías renovables y el hidrógeno jueguen su papel y brinden sus oportunidades”.
En su intervención ante los accionistas, el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha repasado los hitos del ejercicio 2020, “un año muy relevante, en el que hemos gestionado con éxito nuestro Plan de Resiliencia en respuesta al duro contexto y también hemos presentado el Plan Estratégico que marca la ruta de nuestra actividad para los próximos años y reafirma nuestro compromiso con la transición energética”.
Imaz ha señalado que la prioridad de la compañía durante la crisis sanitaria que sufre desde hace más de un año el planeta ha sido mantener en funcionamiento sus instalaciones y proporcionar un servicio esencial para la sociedad, garantizando suministros indispensables, como la energía o las materias primas necesarias para la fabricación de un gran número de productos sanitarios. Además, la apuesta de Repsol por la digitalización y la tecnología y su afianzada trayectoria en el teletrabajo le permitieron reaccionar con rapidez, para que casi 7.000 empleados pudieran realizar su función en remoto. Adicionalmente, la compañía destinó 20 millones de euros a material sanitario, aportaciones y donaciones para hacer frente a la pandemia.
La crisis del covid-19 generó una contracción del consumo de petróleo nunca vista, con la mayor caída de la demanda global de la historia. Para hacer frente a este escenario, Repsol puso en marcha un Plan de Resiliencia, con medidas concretas para reforzar la generación de caja y fortalecer el balance, que han permitido “generar un flujo de caja libre positivo de 1.979 millones de euros, reducir la deuda neta un 28% y mantener el nivel de rating”, ha explicado el Consejero Delegado.
“En Repsol hemos demostrado de nuevo la solidez de nuestro proyecto, con resultados positivos en todos los negocios y manteniendo el compromiso de retribución al accionista entre los más atractivos de la bolsa española y de nuestro sector”, ha destacado Imaz. Los accionistas de la compañía percibieron en 2020 una retribución de 0,916 €/acción en el marco del programa “Repsol Dividendo Flexible”.
Josu Jon Imaz ha aprovechado su intervención para desgranar ante los accionistas las principales características de la hoja de ruta de Repsol para el periodo 2021-2025, “un hito crucial en la transformación que comenzamos hace unos años”, que permitirá acelerar en la transición energética con rentabilidad y maximizando el valor. “El Plan nos permite convertirnos en una empresa más fuerte, más rentable y competitiva”, ha afirmado.
El Consejero Delegado ha repasado la estrategia que los negocios seguirán en los próximos años, con un Upstream enfocado en áreas clave, que reducirá sus emisiones en un 75% e incidirá en su flexibilidad, eficiencia y nivel tecnológico para generar caja positiva; un área Industrial cuyo objetivo principal es incrementar la rentabilidad a través de la transformación de sus plataformas de negocio hacia la descarbonización y la economía circular; un área de Cliente que profundizará en su digitalización y en su enfoque multienergético; y un área de Generación baja en carbono que crecerá con rentabilidad y consolidará su expansión internacional.
El nuevo Plan Estratégico de Repsol contempla una inversión total de 18.300 millones de euros en el período 2021-2025, de los que aproximadamente el 30% se destinará a proyectos bajos en carbono con los que avanzará en su objetivo de ser cero emisiones netas en 2050. Para ello, la compañía apostará por integrar varias opciones tecnológicas, aunando la electrificación con el uso de productos de baja huella de carbono, y ofreciendo soluciones a todas las necesidades de la sociedad. “La combinación de diferentes tipos de energía hará posible alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de forma más eficiente, rápida y con el menor coste posible para el ciudadano”, ha asegurado Josu Jon Imaz.
En este sentido, Repsol está poniendo en marcha distintas iniciativas innovadoras que, además de permitirle acelerar la transición energética, ayudarán a la recuperación económica del país. Entre ellas destacan dos proyectos industriales de descarbonización a través del hidrógeno y los combustibles sintéticos que se instalarán en Bilbao; la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se ubicará en Cartagena; el desarrollo y puesta en marcha de activos renovables en la Península Ibérica, y la expansión internacional de este negocio, con la creación de una joint venture en Chile.
Imaz ha afirmado que el Plan Estratégico 2021-2025 “compatibiliza el objetivo de avanzar en la descarbonización, en nuestro viaje hacia las cero emisiones netas, con ser una propuesta de inversión rentable, atractiva y de valor”, con un “demostrado compromiso con la retribución a los accionistas”.
El Consejero Delegado ha concluido su intervención resaltando la excelente posición de Repsol para acometer la transformación, apoyándose en la innovación tecnológica y la digitalización como motores de desarrollo y manteniendo su firme compromiso con la sociedad, el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. “Por todo esto, tengo confianza. Confianza en Repsol y en sus personas. Confianza en una empresa preparada para afrontar los desafíos que presenta un mundo cada vez más descarbonizado. Una empresa que va a ser un actor clave en el desarrollo del modelo energético del futuro”, ha finalizado.
Dado el contexto excepcional originado por el covid-19, la Junta General de Accionistas se ha celebrado en la sede corporativa de la compañía, en Madrid, bajo estrictas medidas de seguridad orientadas a salvaguardar la salud de todas las personas que intervienen en su preparación y celebración. Repsol recomendó a los accionistas que ejerciesen sus derechos de voto y delegación de forma previa por medios de comunicación a distancia, y que asistiesen a la misma por vía telemática, para lo que puso a su disposición las herramientas necesarias.
Entre otras propuestas, la Junta ha aprobado, en línea con lo establecido en el Plan Estratégico, un dividendo de 0,30 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2020 -que se suma al abonado el pasado enero bajo la fórmula de scrip dividend-, cuyo pago tendrá lugar a partir del 7 de julio de 2021. También se ha aprobado el reparto de la cantidad de 0,30 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2022, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
Los accionistas de Repsol también han aprobado una reducción de capital social, vinculada al Programa de Recompra de acciones propias, por un máximo de 40.494.510 acciones, representativas del 2,58% del capital social.
Asimismo, la Junta General de Accionistas ha votado a favor de la reelección como consejeros de Manuel Manrique, Mariano Marzo, Isabel Torremocha y Luis Suárez de Lezo, y de la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección como consejero de Rene Dahan. Además, los accionistas han aprobado el nombramiento como consejera de Aurora Catá.