2.454 M€
Resultado neto ajustado
2.839 M€
Flujo de caja libre
1.016 M€
Reducción de la deuda neta, que se sitúa en 5.762 millones de euros
0,63 €/acc.
Dividendo en efectivo en 2022, incrementado un 5%
Repsol obtiene un beneficio neto de 2.499 millones de euros
Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol
2.454 M€
Resultado neto ajustado
2.839 M€
Flujo de caja libre
1.016 M€
Reducción de la deuda neta, que se sitúa en 5.762 millones de euros
0,63 €/acc.
Dividendo en efectivo en 2022, incrementado un 5%
Repsol obtuvo el pasado año un resultado neto de 2.499 millones de euros. En el primer año de vigencia del Plan Estratégico 2021-2025, la aplicación de las medidas orientadas a la eficiencia y a la transformación, con la ambición de ser una compañía neutra en carbono en 2050, permitieron que la compañía aprovechase el contexto de recuperación progresiva de la economía global. Con ello, se alcanzaron niveles previos a la pandemia, tanto en resultados como en la generación de caja de los negocios, que permitió una considerable reducción de la deuda neta y el impulso de proyectos renovables.
El resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.454 millones de euros en 2021, frente a los 600 millones de euros del año anterior. Además de superar los 2.042 millones obtenidos en 2019, último ejercicio antes de la crisis del Covid 19, muestra la eficacia de la nueva estrategia de la compañía. El mejor desempeño se hizo evidente en el cuarto trimestre, en el que el resultado neto ajustado se situó en 872 millones de euros.
El modelo de negocio integrado de Repsol fue fundamental en 2021 para propiciar cifras positivas y superiores al ejercicio anterior, tanto en Exploración y Producción como en las áreas Industrial y Comercial y Renovables.
En concreto, destacó el comportamiento del negocio de Exploración y Producción, influido por la senda alcista de los precios de las materias primas y por las medidas de eficiencia implementadas, que han primado el valor sobre el volumen. Se ha reducido el número de países en los que estamos presentes a quince, con el objetivo de concentrar la actividad en las áreas en las que la compañía tiene ventajas competitivas.
En lo que se refiere a los precios del crudo y del gas, el Brent cotizó en el año a una media de 70,9 dólares por barril, con un incremento sustancial respecto a principios de 2021, y el Henry Hub promedió 3,9 dólares por MBtu.
En el negocio Industrial fue muy reseñable el área Química, que en el conjunto del año tuvo un desempeño notable. La recuperación de las ventas en Movilidad y Aviación, una vez superadas paulatinamente las restricciones a la movilidad como consecuencia de la pandemia con una progresiva recuperación de la demanda de combustibles, y la mayor contribución de Renovables y Generación Baja en Carbono al Grupo impulsaron también los resultados.
En este contexto, la generación de caja operativa alcanzó los 5.453 millones de euros, un 70% superior a la del ejercicio anterior, impulsada por un EBITDA que se incrementó de forma significativa en todos los negocios hasta sumar 8.170 millones de euros. El flujo de caja libre aumentó un 43%, hasta 2.839 millones de euros, gracias al desempeño del negocio de Exploración y Producción.
Durante el ejercicio, Repsol aumentó sus inversiones en un 30%, hasta los 2.994 millones de euros, de los que 829 millones se destinaron al negocio de Comercial y Renovables. Repsol lidera su sector en el porcentaje de inversiones que destinará a negocios bajos en carbono en los próximos años, según un informe de Wood Mackenzie del pasado mes de noviembre.
Además, durante el ejercicio, Repsol redujo su deuda en 1.016 millones de euros, un 15% respecto a 2020, situándose en 5.762 millones de euros. El nivel de apalancamiento de la compañía (deuda neta/capital empleado) se encuentra en un 20%, mejorando ampliamente el objetivo previsto en el Plan Estratégico. La liquidez al cierre del ejercicio ascendía a 10.606 millones de euros, suficiente para cubrir 2,95 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.
La retribución a los accionistas ha sido otra de las prioridades del ejercicio. La mayor generación de caja derivada de un comportamiento de los precios de las materias primas superior al escenario del Plan Estratégico, unida al buen desempeño de los negocios, permitieron mejorar la remuneración a los accionistas para 2022 respecto a lo anunciado inicialmente en el Plan.
Así, el Consejo de Administración propondrá a la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas una mejora del dividendo en efectivo de un 5%, hasta los 0,63 euros por acción, junto con una reducción del capital social, mediante amortización de 75 millones de acciones propias, representativas aproximadamente del 4,91% del capital social de Repsol a 31 de diciembre de 2021.
Una mayor ambición en descarbonización acompañada de una pionera estrategia de financiación sostenible
Para acompañar al proceso de transición energética, Repsol aprobó una estrategia integral de financiación sostenible, convirtiéndose en la primera compañía de su sector en presentar un marco integral que incorpora tanto instrumentos destinados a la financiación de proyectos específicos (verdes y de transición), como los vinculados a compromisos sostenibles de compañía (Sustainability Linked Bonds o SLB, en sus siglas en inglés).
Bajo esta estrategia, que ofrece flexibilidad y transparencia, se realizó una emisión de Eurobonos ligados a objetivos de sostenibilidad, la primera realizada en España, por un importe total de 1.250 millones de euros, en la que la demanda superó varias veces la oferta, en una señal de interés por parte de los inversores.
En paralelo, en la segunda mitad del año, Repsol anunció un incremento de sus objetivos de generación renovable y de reducción de emisiones, junto con un aumento de la inversión en soluciones bajas en carbono para acelerar su transformación.
En concreto, anunció el aumento de la inversión en el periodo 2021-2025, hasta los 19.300 millones de euros, con 1.000 millones de euros adicionales con respecto a lo previsto inicialmente, incremento destinado a generación eléctrica renovable y producción de hidrógeno libre de emisiones y a impulsar otras iniciativas bajas en carbono. De esta forma, el 35% de las inversiones realizadas por Repsol entre 2021 y 2025 se destinará a iniciativas de bajas emisiones.
Igualmente, la compañía aumentó en el último trimestre del año los objetivos intermedios de descarbonización, con una reducción en el Indicador de Intensidad de Carbono respecto a 2016 del 15% en 2025, del 28% en 2030 y del 55% en 2040.
Asimismo, uno de los pilares de la transformación de Repsol y del Plan Estratégico 2021-2025 es la digitalización. Con la inteligencia artificial, el big data, la automatización de operaciones o las soluciones en la nube como ejes principales para transformar los negocios, fidelizar a los clientes y acelerar la transición energética, la aportación del Programa Digital al cierre de 2021 ha supuesto 600 millones de euros. Se prevé que en el presente año el impacto positivo de los proyectos de digitalización alcance los 800 millones de euros.
En 2021, Repsol, junto a otras grandes compañías, creó IndesIA, el primer consorcio de economía del dato e inteligencia artificial de la industria en España, con vocación europea y voluntad de integrar a otras empresas y sectores. A finales de junio, Repsol anunció que comercializará, junto a Accenture, su plataforma de big data e inteligencia artificial ARiA.
Evolución eficiente de los negocios en aras de la transición energética
El pasado ejercicio, la puesta en marcha de las medidas del Plan Estratégico 2021-2025 marcó el desempeño de los negocios de Repsol, con una evolución eficiente en aras de la transición energética y el impulso de nuevos proyectos y objetivos para acelerar la transformación en un entorno progresivo de recuperación de la actividad económica.
El área de Exploración y Producción obtuvo en 2021 un resultado de 1.687 millones de euros, muy por encima de los 195 millones de euros del ejercicio anterior, apoyado por la recuperación de los precios de las materias primas de referencia internacional. El negocio llevó a cabo una exitosa gestión de cumplimiento del Plan Estratégico y priorizó valor sobre volumen, avanzando en el objetivo de poner el foco en las áreas geográficas clave, con presencia actual en 15 países.
La producción media fue de 572.000 barriles equivalentes de petróleo. Alineada con la estrategia y en una campaña exploratoria muy selectiva, se lograron hallazgos de hidrocarburos en Estados Unidos, México, Indonesia y Bolivia, este último con volúmenes de hidrocarburos que constituyen alrededor de 1 TCF de recursos estimados en el pozo Boicobo Sur-X-1ST.
Alineado con su estrategia en este negocio de enfocarse hacia zonas donde cuenta con mayores ventajas competitivas, Repsol vendió sus activos de Exploración y Producción en Malasia y en Vietnam, además de su participación en la joint venture Arog, en Rusia, venta a la que, este año, se sumó la de su participación en los bloques exploratorios que tenía a través de su asociación con Gazprom Neft. A estas operaciones se añadió en 2021 el fin de la producción del petróleo en España y de la actividad exploratoria en varios países. En 2022, Repsol completó la venta de sus activos productivos en Ecuador. Por otra parte, el área ha avanzado en el desarrollo de proyectos clave en Estados Unidos, Colombia y Noruega.
Asimismo, dentro del enfoque multienergético de la compañía, Repsol ha obtenido un permiso para evaluar el potencial geotérmico en la isla de Gran Canaria. La geotermia produce energía renovable de forma continua y estable, y podría proporcionar mayor independencia energética al archipiélago.
Exploración y Producción tiene el objetivo de reducir la intensidad de sus emisiones de CO2 en un 75% en el periodo 2021-2025. La captura y almacenamiento de carbono tendrán un papel fundamental en el desarrollo de nuevos proyectos y la compañía pondrá en marcha en 2027 el almacenamiento de 2 millones de toneladas al año de CO2 en Sakakemang, proyecto de captura y almacenamiento que se encuentra entre los más grandes del mundo de su tipo y será el primero de Repsol y de Indonesia.
En cuanto al área Industrial, obtuvo un sólido resultado de 606 millones de euros, duplicando la cifra alcanzada en el mismo periodo del año anterior y que se situó en 297 millones de euros. El negocio de Química, impulsado por un entorno internacional de elevados márgenes, logró un desempeño notable y el Refino adaptó sus esquemas de producción, logísticos y comerciales a un entorno de bajos márgenes y menor demanda provocada por la crisis sanitaria global, aunque en paulatina recuperación.
Los complejos industriales de Repsol están llevando a cabo importantes proyectos e inversiones que, por una parte, refuerzan a la industria como motor para salir de la crisis provocada por la pandemia global y, por otro, ahondan en la transformación para convertirse en polos multienergéticos capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono. Impulsan nuevos modelos de negocios basados en la digitalización y la tecnología, garantizando su futuro, rentabilidad y actividad económica. Estos proyectos ?relacionados con el hidrógeno renovable, la economía circular, el uso de materiales reciclables y la producción de biocombustibles avanzados? ponen de manifiesto la importancia de la descarbonización abordada desde la neutralidad tecnológica.
Uno de los pilares de la compañía para avanzar hacia una industria más sostenible es, precisamente, la producción de hidrógeno renovable. Repsol se ha fijado la ambición de liderar este ámbito en la Península Ibérica y de tener una posición relevante en el mercado europeo. La compañía, que presentó en octubre su estrategia de hidrógeno, prevé alcanzar en 2025 una capacidad de generación equivalente a 552 MW y llegar a 1,9 GW en 2030, con una inversión prevista de 2.549 millones de euros.
Consecuentemente, hace un mes presentó el proyecto SHYNE (Spanish Hydrogen Network), el mayor consorcio de hidrógeno renovable en España, integrado por 33 entidades de diferentes sectores y que desplegará proyectos con los que se esperan generar más de 13.000 empleos.
En 2021 se han producido otras iniciativas relevantes en relación con el hidrógeno renovable, como la puesta en marcha del Corredor Vasco del Hidrógeno, BH2C y el impulso, junto a otras entidades, del Valle del Hidrógeno de Cataluña (H2ValleyCat) y del Valle del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia. En este contexto, la compañía prevé instalar electrolizadores de 100 MW en Bilbao y Cartagena y de 150 MW en Tarragona; ha formalizado una alianza con EDP para poner en marcha distintos proyectos en la Península Ibérica; y ha llegado a un acuerdo con Talgo para impulsar el tren de hidrógeno renovable.
En materia de biocombustibles, la refinería de A Coruña ha procesado por primera vez aceite de fritura para fabricar hidrobiodiésel. La apuesta de Repsol es utilizar tres millones de toneladas anuales de residuos y mitigar más de siete millones de toneladas de CO2 al año en 2030. También para ese año, la compañía tiene el objetivo de producir dos millones de toneladas de combustibles bajos en carbono. En línea con estos objetivos, en 2023 está prevista la puesta en marcha de la planta de biocombustibles avanzados de Cartagena, la primera de este tipo en España.
Repsol también cuenta con planes de inversión para el resto de sus complejos industriales, como los anunciados para Tarragona, principalmente para proyectos de economía circular, o Puertollano, donde invertirá en descarbonización y economía circular. Los proyectos relativos al transporte aéreo fueron relevantes el pasado ejercicio, con la producción en Tarragona y Bilbao de lotes de biojet y la realización, junto a Iberia, del primer vuelo con biocombustible producido en España a partir de residuos.
El negocio de Química, en el que Repsol prevé invertir 1.500 millones de euros en el periodo 2021-2025, impulsó importantes iniciativas, entre las que destaca la ampliación de su complejo industrial de Sines (Portugal), donde se invertirán 657 millones de euros para construir dos plantas de materiales poliméricos 100% reciclables que podrán utilizarse para aplicaciones de la industria farmacéutica, automotriz y alimentaria, y que lo convertirán en uno de los más avanzados de Europa. Repsol también participa en la iniciativa Ecoplanta Molecular Recycling Solutions, que instalará en Tarragona una nueva planta para procesar unas 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos no reciclables y que obtuvo el respaldo de la UE en noviembre, siendo el único proyecto español preseleccionado en los European Innovation Funds. En Puertollano, Repsol instalará la primera planta de España de reciclado químico de espuma de poliuretano, componente principal de colchones, sofás y asientos para vehículos, entre otros usos.
El área de Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 542 millones de euros, superior a los 485 millones registrados en 2020. A ello ayudó la mayor contribución de la generación de electricidad baja en carbono después de la entrada en operación de nuevos proyectos renovables y la mejora del comportamiento de las áreas de Movilidad y Aviación tras superar las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia mundial. Asimismo, en los negocios centrados en el cliente, Repsol ha seguido impulsando la oferta multienergética e innovando con servicios digitales.
En la actualidad, la compañía cuenta con más de 3.700 MW de capacidad total instalada de generación de bajas emisiones. Repsol, que hace solo unos días adquirió la cartera de 25.000 clientes eléctricos residenciales y pymes de Capital Energy, suma ya 1,35 millones de clientes de electricidad y gas, siendo un actor relevante en este mercado en España. En marzo, la compañía anunció la adquisición de la mayoría de la empresa comercializadora de electricidad y gas Gana Energía y, el pasado año, Repsol fue la única gran comercializadora de España, por volumen de clientes, que obtuvo la Etiqueta A de la CNMC sobre el origen respetuoso con el medio ambiente de la electricidad que suministra.
En lo que se refiere a la generación de energía eléctrica renovable, uno de los pilares de la descarbonización de Repsol, se han actualizado los objetivos de capacidad instalada en 2030 hasta alcanzar los 20 GW, lo que supone un incremento del 60% frente a la meta anterior. En 2025, la capacidad instalada aumentará hasta 6 GW.
En esta apuesta, entre los aspectos destacados de 2021, se encuentra la adquisición del 40% de la compañía Hecate Energy en Estados Unidos, especializada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos y de almacenamiento de energía. Con sede en Chicago, Hecate Energy cuenta con una cartera de proyectos renovables y de almacenamiento en desarrollo de más de 40 GW. En el estado de Nuevo México ya se está desarrollando el primer proyecto renovable de Repsol en Estados Unidos, el solar fotovoltaico Jicarilla 2.
Asimismo, en noviembre pasado Repsol alcanzó un acuerdo con Pontegadea, por el que este importante inversor privado tomó el 49% del parque eólico Delta, situado en Zaragoza. Con la incorporación de Pontegadea, Repsol consolida su modelo de negocio en renovables y asegura su objetivo de obtener una rentabilidad de doble dígito en sus inversiones en este sector.
La compañía planea continuar con el crecimiento orgánico de este negocio gracias al desarrollo de una cartera de proyectos en operación y desarrollo principalmente en países OCDE. Durante el ejercicio pasado, y en relación a los proyectos de Repsol e Ibereólica Renovables en Chile, finalizó la construcción del primer parque eólico conjunto, Cabo Leones III, que cuenta con una capacidad instalada de generación renovable de 188,1 MW. Además, en ese país se están desarrollando otros proyectos, de los que el eólico Atacama es el más avanzado.
En España tuvieron lugar varios hitos, como la inauguración de Kappa, el primer complejo fotovoltaico de Repsol. Además, comenzó la producción de energía eléctrica en Valdesolar, la principal planta fotovoltaica de la compañía en España, con 264 MW de potencia instalada y ubicada en el municipio extremeño de Valdecaballeros (Badajoz). Asimismo, comenzaron las obras de Delta II, en Aragón, su mayor proyecto renovable hasta la fecha, que tendrá una capacidad total de 860 MW. La compañía también cuenta con alternativas punteras de autoconsumo, como Solify y Solmatch, y con Krean lanzó Ekiluz, orientada a promover cooperativas ciudadanas de generación renovable.
A finales de año, Repsol firmó acuerdos de venta de energía (PPA en sus siglas en inglés) con Amazon para suministrarle energía renovable generada por 234 MW de capacidad procedente de proyectos solares y eólicos ubicados en España, dentro de una colaboración estratégica con Amazon Web Services (AWS). En el marco de este acuerdo, AWS proveerá a Repsol con nuevos servicios en la nube para seguir avanzando en su transformación digital. Previamente, en el primer trimestre, Repsol firmó un convenio con Microsoft que incluye el suministro de energía eólica y solar fotovoltaica para sus operaciones en Europa, incluida España, y colaboración en materia de digitalización y transición energética. En 2022, la compañía ha cerrado con Charles River Laboratories un contrato de compraventa de energía virtual (VPPA) de 30,5 MW.
En el ámbito de la recarga eléctrica, Repsol está trabajando en un ambicioso plan de despliegue de infraestructuras de recarga públicas, que implica disponer de más de 1.000 puntos de recarga rápida y ultrarrápida a finales de 2022 o, lo que es lo mismo, un punto cada 50 kilómetros. Actualmente, la red de recarga pública de Repsol cuenta con más de 500 puntos rápidos ya instalados. Por otro lado, Repsol vendió el negocio de carburantes en Italia, en línea con su estrategia de focalización en las áreas geográficas con mayores ventajas competitivas.
En cuanto a la estrategia digital, Repsol alcanzó el 100% de Klikin, startup junto con la que ha impulsado Waylet, su aplicación de pago y fidelización que finalizó 2021 con tres millones de usuarios registrados. La compañía lanzó el pasado año Vivit, una aplicación móvil destinada a los clientes de hogar, y también la comunidad Repsol Más Energías para ofrecer un servicio global diferencial, convertirse en el centro de relación digital del cliente con Repsol y que los usuarios puedan tener una visión global multienergía de todos los productos.
Por otro lado, el pasado 15 de enero se produjo un derrame de petróleo en las instalaciones de la Terminal Multiboyas número 2 de la Refinería La Pampilla (Perú) como consecuencia de un movimiento incontrolado del buque Mare Doricum mientras efectuaba una descarga de crudo. La compañía está poniendo todos los medios a su alcance para mitigar y remediar los efectos de derrame y ratifica su compromiso de colaboración con las autoridades peruanas y las comunidades afectadas.