Repsol obtuvo en el primer trimestre del año 2022 un resultado neto de 1.392 millones de euros, frente a los 648 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. El modelo de negocio integrado de la compañía y la gestión realizada siguiendo las pautas establecidas por el Plan Estratégico 2021-2025 fueron fundamentales para poder aprovechar un contexto económico internacional recuperado respecto a los primeros meses de 2021, marcados por la pandemia global.
Los tres primeros meses de 2022 estuvieron marcados por la invasión de Ucrania, que provocó una abrupta subida de los precios de los hidrocarburos. Así, el crudo Brent cotizó a una media de 102,2 dólares por barril, frente a los 61 dólares del mismo periodo de 2021. Por su parte, el gas Henry Hub se pagó a una media de 5 dólares por MBtu, cerca del doble que en 2021, cuando cotizaba a 2,7 dólares.
Ante este contexto de cotizaciones al alza de las materias primas, que provocó un incremento del precio de los combustibles, Repsol buscó aliviar el esfuerzo económico de sus clientes ofreciendo descuentos significativos en su estaciones de servicio. Además, en línea con su compromiso de ser cero emisiones netas, la compañía avanzó en su proceso de transformación y dio pasos significativos en proyectos de vanguardia para avanzar en la descarbonización, como el inicio de las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, la creación del mayor consorcio del país para impulsar el hidrógeno renovable y acuerdos para lograr una movilidad más sostenible.
La subida de precios de los hidrocarburos, que tocaron máximos que no se veían desde 2008, influyó en los resultados de la compañía. El resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 1.056 millones de euros, frente a los 471 millones del periodo comparable del año anterior. El área de Exploración y Producción, que desarrolla toda su actividad fuera de España, aportó el 69% de esa cifra. Por su parte, las estaciones de servicio que la compañía tiene en el país representaron algo menos del 5% del total del resultado neto ajustado.
Del mismo modo, el flujo de caja operativo se situó en 1.091 millones de euros, por encima también del registrado en el primer trimestre de 2021. Excluyendo el fondo de maniobra, este número se incrementa hasta los 3.064 millones de euros, una notable subida (+1.437 millones) respecto a la cifra comparable del mismo periodo del año anterior.
Por otro lado, la deuda neta cerró el periodo en 5.900 millones de euros, ligeramente superior al fin de diciembre, 5.762 millones. Esto se debió, principalmente, al incremento del circulante derivado de la fuerte subida de precios de las materias primas. Por su parte, la liquidez se situó en 9.823 millones de euros, suficiente para cubrir 3,5 veces los vencimientos de deuda a corto plazo, por encima de las 2,95 veces de final de diciembre.
La fuerte generación de caja se ha reflejado, desde el pasado ejercicio, en una mejora de la retribución a los accionistas, que el pasado 11 de enero recibieron un dividendo bruto de 0,30 euros por acción. Adicionalmente, el Consejo de Administración ha propuesto a la Junta General Ordinaria de Accionistas que se celebra el próximo 6 de mayo una mejora del dividendo en efectivo de un 5%, hasta los 0,63 euros por acción, junto con una reducción del capital social, mediante amortización de 75 millones de acciones propias, representativas aproximadamente del 4,91% del capital social de Repsol. En este entorno y según lo establecido por el Plan Estratégico para aportar valor a los accionistas, la compañía llevó a cabo un programa de recompra de acciones que supuso la adquisición de 11,6 millones de títulos.
Sólido compromiso con los clientes y con la descarbonización
En el primer trimestre del año, Repsol continuó desarrollando las líneas maestras de su Plan Estratégico 2021-2025, orientado a conseguir el objetivo de ser cero emisiones netas en 2050. Los negocios de Repsol realizaron una gestión eficiente y flexible, con foco en el cliente y desarrollando soluciones para reducir su huella de carbono.
El área de Exploración y Producción obtuvo un resultado de 731 millones de euros en los primeros tres meses de 2022, que compara con los 327 millones del periodo equivalente del ejercicio anterior. Las medidas de eficiencia implantadas y la priorización del valor sobre el volumen se sumaron a la subida de los precios para impulsar el resultado de este negocio. La compañía maximizó este incremento y sus cestas de crudo y de gas tuvieron un mejor comportamiento que los precios internacionales de referencia. Así, respecto al mismo trimestre de 2021, Repsol logró una subida del 69,2% en el caso del precio de realización del crudo (frente al 67,3% del Brent) y del 120,6% en el caso del precio de realización del gas (frente al alza del 85,2% del Henry Hub).
La producción media del primer trimestre fue de 558.500 barriles equivalentes de petróleo, inferior a la del mismo periodo de 2021, tras la venta de activos en Malasia, Rusia, Ecuador, Vietnam, Noruega y Argelia, y el cese de la producción en España. Este descenso fue parcialmente compensado por la adquisición de activos en EE.UU.. Tal y como marca el Plan Estratégico, el área está avanzando en la optimización de su cartera de activos para lograr un mayor foco geográfico que permita centrarse en proyectos de más valor en zonas con mayores ventajas competitivas. En 2022, el área avanzó en el desarrollo de proyectos clave en Estados Unidos, Colombia y Noruega.
Asimismo, el área de Exploración y Producción está contribuyendo al proceso de descarbonización y a la transformación de Repsol con un enfoque multienergético. En este sentido, la compañía ha obtenido un permiso para evaluar el potencial geotérmico en la isla de Gran Canaria. La geotermia produce energía renovable de forma continua y estable, sin emisiones de CO2 y podría proporcionar mayor independencia energética al archipiélago.
El área Industrial alcanzó entre enero y marzo un resultado de 236 millones de euros, frente a los 73 millones del mismo periodo de 2021. El negocio de Refino fue fundamental para lograr este incremento, impulsado por unos volúmenes mayores a los del trimestre equivalente del año anterior, en el que estuvo lastrado por la pandemia. También contribuyó notablemente el negocio de Trading, mientras que, sin embargo, el entorno internacional perjudicó al de Química.
Durante los primeros meses de 2022, Repsol puso en marcha proyectos esenciales para el proceso de transformación industrial que está llevando a cabo, con relevantes inversiones que impulsan nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología, y que garantizan el futuro, la rentabilidad y la actividad económica de los polos industriales de la compañía.
El principal hito en este ámbito fue el inicio, a principios de marzo, de las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que la compañía está construyendo en su refinería de Cartagena. Esta instalación, en la que Repsol invertirá 200 millones de euros, permitirá suministrar 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados, que podrán usarse en los actuales aviones, barcos, camiones o coches sin necesidad de hacer modificaciones en los motores. Se producirán a partir de residuos y su uso permitirá reducir las emisiones en 900.000 toneladas de CO2 al año.
En línea con esta apuesta por proyectos que abordan la descarbonización desde la neutralidad tecnológica y por la economía circular, la compañía adquirió, una vez terminado el trimestre, una participación en la canadiense Enerkem, líder mundial en producción de combustibles y productos químicos renovables mediante gasificación de residuos no reciclables. Esta inversión permitirá a Repsol acelerar sus proyectos de descarbonización gracias a la integración de la tecnología de Enerkem en sus instalaciones industriales y futuras plantas.
Otro de los pilares identificados por la compañía para lograr una industria más sostenible es el hidrógeno renovable, que tuvo como hito en el primer trimestre el nacimiento de Shyne. Se trata del mayor consorcio de hidrógeno renovable de España: está integrado por 33 entidades de diferentes sectores y desplegará proyectos con los que se espera generar más de 13.000 empleos. Repsol lidera esta iniciativa en línea con su estrategia en hidrógeno renovable, que presentó en octubre de 2021. La compañía prevé invertir 2.549 millones de euros hasta el año 2030 en este ámbito, de gran importancia para el modelo energético del futuro.
El área de Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 117 millones de euros, ligeramente por encima de los 101 millones del mismo periodo de 2021, en el que las restricciones a la movilidad derivadas de la crisis sanitaria y los efectos de la tormenta Filomena fueron determinantes. En el negocio de Renovables y Generación Baja en Carbono hubo resultados positivos y se incrementó la producción, a la vez que se sumaba más capacidad de generación. Movilidad se benefició de la mejora del entorno, aunque tuvo que afrontar mayores costes, mientras que GLP incrementó sus ventas. Por su parte, los mayores precios de la electricidad y el gas disminuyeron el resultado del negocio de comercialización minorista de estas energías.
En el ámbito de la movilidad, Repsol reforzó su histórico compromiso con los clientes en los primeros meses de 2022 y fue el primer operador en España que estableció descuentos voluntarios en sus estaciones de servicio ante la subida de precios de los carburantes provocada por la invasión de Ucrania. Los descuentos de la compañía, que empezaron el pasado 16 de marzo, van más allá de la bonificación del Estado, con una rebaja total que alcanza para los usuarios de su aplicación Waylet y clientes profesionales de Solred un mínimo de 30 céntimos de euro por litro de combustible.
Waylet es un activo clave para lograr el objetivo estratégico de Repsol de lograr 8 millones de clientes digitales en 2025, cifra que, con el impulso realizado en el primer trimestre del año, se situó en 4 millones. Además de ofrecerles herramientas digitales de vanguardia, la compañía continuó trabajando para desarrollar nuevas soluciones para los clientes que mejoren la sostenibilidad en sus hogares y en la movilidad, con una perspectiva multinergética. En este sentido, Repsol llevó a cabo acuerdos con socios de prestigio, como Navantia con quien acordó en marzo colaborar en el desarrollo conjunto de soluciones innovadoras para descarbonizar el transporte marítimo.
En Renovables y Generación Baja en Carbono, el modelo de negocio de Repsol se vio reforzado a finales de marzo con el acuerdo firmado con la sociedad de inversión TRIG para la venta de una participación del 49% en el proyecto fotovoltaico Valdesolar (Badajoz). La operación, que supone valorar el 100% de este activo en 239 millones de euros, se suma a la realizada en noviembre de 2021 para que el grupo Pontegadea se hiciese con el 49% del eólico Delta. Ambos acuerdos contribuyen al objetivo de obtener una rentabilidad de doble dígito en las inversiones de Repsol en este sector.
En la actualidad, la compañía cuenta con más de 3.800 MW de capacidad total instalada de generación de bajas emisiones. En los últimos días, Repsol ha empezado a producir electricidad en el parque solar fotovoltaico Jicarilla 2, de 62,5 MW, su primer proyecto renovable en Estados Unidos. En el mismo lugar está desarrollando otro proyecto fotovoltaico, Jicarilla 1, con 62,5 MW de capacidad instalada y 20 MW de almacenamiento a través de baterías. Además, la compañía ha anunciado recientemente su intención de invertir en un proyecto de 600 MW en el estado de Texas, que se convertirá en la mayor instalación solar del grupo hasta la fecha y que se espera esté operativa a finales de 2023.
También relacionado con la generación renovable, en los primeros días de abril la compañía firmó un acuerdo con Ørsted para identificar y, en su caso, desarrollar conjuntamente proyectos de eólica marina flotante en España. Esta alianza combinará la experiencia de Repsol como proveedor global de multienergía y la de Ørsted como líder mundial en eólica marina.
Para seguir avanzando en su papel de actor relevante en el mercado de luz y gas en España, a principios de febrero, Repsol adquirió la cartera de 25.000 clientes eléctricos residenciales y pymes de Capital Energy. La adquisición reforzó el crecimiento de Repsol y contribuyó a sumar un total de 1,43 millones de clientes de electricidad y gas.
Asimismo, la compañía continuó trabajando durante el trimestre para ofrecer a los consumidores soluciones de vanguardia que contribuyan a la transición energética. En este sentido, en los primeros días de marzo constituyó con Telefónica una joint venture que ofrecerá una solución integral de autoconsumo a sus clientes. La oferta será personalizada para cada tipo de cliente según su nivel y hábitos de consumo, buscando maximizar los ahorros sobre su factura actual de la luz.
Adicionalmente, el 3 de febrero Repsol cerró con Charles River Laboratories un contrato de compraventa de energía (VPPA) de 30,5 MW.