Repsol y Navantia colaboran para descarbonizar el transporte marítimo
Repsol y Navantia han firmado un acuerdo de colaboración para desarrollar conjuntamente soluciones innovadoras con el objetivo de descarbonizar el transporte marítimo. De esta forma, ambas empresas refuerzan su compromiso por acelerar la transición energética y lograr la neutralidad en carbono, en consonancia con los objetivos de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) de España, la UE, la ONU, y la Organización Marítima Internacional.
Las dos compañías evaluarán conjuntamente el comportamiento de los nuevos combustibles líquidos de baja huella de carbono que suministrará Repsol ̶ biocombustibles avanzados producidos a partir de residuos y combustibles sintéticos ̶ en los motores fabricados por Navantia, tanto de propulsión como de generación. Estos nuevos combustibles representan una alternativa sólida para la descarbonización a corto y medio plazo del sector marítimo, puesto que podrían alcanzar una reducción de emisiones del 100%. El proyecto se enfocará en la evaluación de la viabilidad técnica y económica de esta nueva tecnología.
En este acuerdo, Repsol aportará sus infraestructuras de investigación de su centro de tecnología, el Repsol Technology Lab. Para la ejecución del proyecto serán clave las plantas piloto y los laboratorios de blending, donde Repsol formulará la más amplia oferta de combustibles con baja huella de carbono, específicamente para el segmento del transporte marítimo.
Por su parte, la Fábrica de Motores de Navantia proporcionará el conocimiento técnico de los motores y pondrá a disposición del proyecto sus instalaciones en Cartagena, así como bancos de pruebas y equipo de diagnosis para la caracterización y desarrollo de las pruebas que, junto a una sociedad de clasificación, certifiquen la viabilidad y sostenibilidad de la tecnología en operación.
La participación de Navantia se alinea con la hoja de ruta de la Dirección de Energías Verdes de Navantia, y contará con la colaboración del Centro de Excelencia de Tecnologías del Hidrógeno y Almacenamiento de Energía (CEDTH) creado por Navantia en Cartagena.
Ambas empresas están también vinculadas en el marco de la iniciativa SHYNE, el consorcio multisectorial que se presentó el pasado 19 de enero y que reúne a un total de 33 empresas, asociaciones, centros tecnológicos y universidades para promover la descarbonización de la economía a través del hidrógeno renovable. Repsol y Navantia, a través de su CEDETH, explorarán nuevas líneas de colaboración en el ámbito del hidrógeno.
Repsol y Navantia son empresas punteras que apuestan fuertemente por la sostenibilidad y la transición energética. Repsol fue la primera compañía de su sector que se fijó el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050. Su Plan Estratégico 2021-2025 refleja una senda de descarbonización basada en el incremento de la generación renovable, la transformación industrial y en el hidrogeno renovable como pilares fundamentales. De esta forma, la compañía será capaz de transformar sus complejos industriales en polos multinergéticos capaces de fabricar productos esenciales con baja, nula o incluso negativa huella de carbono. En este sentido, la compañía ya ha anunciado proyectos pioneros, como la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en Cartagena, que fabricará 250.000 toneladas anuales de biojet, bionafta y biopropano a partir de residuos. Además, Repsol construirá en Bilbao una de las mayores plantas de combustibles sintéticos del mundo, junto a Saudi Aramco. Así, Repsol proporcionará la más completa oferta de soluciones energéticas sostenibles para el hogar, para cualquier segmento de la movilidad y para el sector industrial.
Comprometida con la sociedad y su entorno, Navantia como empresa pública y tractora industrial y tecnológica, impulsa iniciativas colaborativas para el desarrollo de proyectos orientados a la transición energética, descarbonización y digitalización del sector naval y del modelo productivo español, contribuyendo al cumplimiento de objetivos de desarrollo sostenible acordados en el European Green deal, así como a la recuperación de la economía española con la generación de crecimiento y de empleo estable.