Repsol y el Ejército de Tierra llevan los combustibles renovables a la Campaña Antártica
En la Antártida, un continente único dedicado a la ciencia, el Ejército de Tierra despliega este año la 37ª Campaña Antártica, más sostenible que nunca gracias a los combustibles 100% renovables de Repsol que proporcionan parte de la energía que la Base Española “Gabriel de Castilla” necesita para disponer de luz, agua caliente y calefacción.
Durante cuatro meses, estas instalaciones son el hogar de los 13 militares desplazados hasta allí cuya labor principal es el apoyo y la colaboración con el Ministerio de Ciencia e Innovación en los proyectos de investigación que diferentes equipos de científicos allí desplazados llevan a cabo durante el verano austral.
Los combustibles renovables de Repsol han sido proporcionados para esta misión por el centro de innovación de la compañía, el Repsol Technology Lab, ya que la temperatura en Isla Decepción, (archipiélago de las Shetland del Sur) donde se encuentra la base alcanzan los -30ºC.
La Base Española “Gabriel de Castilla” consta de diferentes módulos, como el edificio de vida donde se encuentran los comedores y los dormitorios, el módulo científico donde se llevan a cabo los proyectos de investigación, y otros destinados al mantenimiento y apoyo de la actividad en la isla. Para proporcionar energía a estas instalaciones se utilizarán 2.000 litros de diésel 100% renovable.
El continente antártico supone la mayor reserva natural del planeta y para el Ejército de Tierra, que gestiona la Base “Gabriel de Castilla”, la sostenibilidad y la minimización del impacto ambiental durante las campañas ha sido siempre una máxima, según lo definido en el Tratado Antártico y el Protocolo de Madrid. Además, la Base Antártica “Gabriel de Castilla” logró en el año 2010 la Certificación por AENOR del Sistema de Gestión Ambiental, en base a la ISO 14001, culminando un proceso iniciado diez años antes que pone de relieve el compromiso del Ejército de Tierra con la protección del medioambiente. Los combustibles 100% renovables de Repsol proporcionan una solución sostenible sin necesidad de modificar las instalaciones existentes y, por tanto, una solución idónea para reducir de manera inmediata las emisiones netas de CO2.
Combustibles renovables
Los combustibles renovables son aquellos que se producen a partir de materias primas renovables y constituyen una de las principales palancas en la estrategia de Repsol para alcanzar las cero emisiones netas en 2050. Entre ellos, los biocombustibles avanzados son los que se fabrican a partir de residuos, como aceites vegetales usados o residuos agrícolas y forestales, entre otros.
Repsol fabrica y comercializa biocombustibles desde hace más de dos décadas, y desde 2019, incorpora residuos orgánicos en su fabricación. Los combustibles renovables ya están presentes en todas las estaciones de servicio en España en un contenido de más del 10% de los combustibles que se venden, conforme a la legislación vigente.
Para acelerar la reducción de emisiones del transporte, Repsol ha apostado por el combustible 100% renovable que ya suministra en más de 85 estaciones de servicio situadas en las principales ciudades y corredores de transporte de España y Portugal, cumpliendo así el objetivo que se marcó en mayo, cuando comenzó a distribuirlo en Madrid, Barcelona y Lisboa. En 2024, Repsol incrementará los puntos de suministro de combustible 100% renovable hasta alcanzar las 600 estaciones de servicio en la Península Ibérica.
En las próximas semanas, Repsol pondrá en marcha en Cartagena (Región de Murcia) la primera planta de la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción de combustibles 100% renovables a partir de residuos. Fabricará anualmente 250.000 toneladas con las que se evitarán la emisión de unas 900.000 toneladas de CO2 al año. En Puertollano, la compañía ha anunciado su segunda planta, la transformación de una unidad existente en su Complejo Industrial, a la que dotará de tecnología de vanguardia para producir estos combustibles sostenibles.
El objetivo de Repsol es alcanzar una capacidad total de producción de combustibles renovables, incluyendo hidrógeno renovable y biometano, de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones en 2030 en la Península Ibérica y en Estados Unidos, y liderar el mercado de este tipo de combustibles.